El pasado fin de semana tuvo lugar en Castres (Francia) el Congreso que dio luz verde a la conversión del Triángulo Cierzo en Logia independiente.
El Gran Oriente de Francia reúne a unas 1200 logia de todo el mundo, por lo que para su correcto funcionamiento se organiza en regiones geográficas. Así, en el congreso de Castres participaron los delegados de las 86 logias que forman parte de la región «Sur y logias españolas» de esta federación. Doce de estas logias están situadas en España.
Catorce logias españolas
El congreso aprobó a la transformación de dos triángulos en logia: «Cierzo» en Zaragoza y «Hércules» en Ceuta. Con sus Encendidos de luces durante los próximos meses serán catorce las logias españolas integrantes del Gran Oriente.
Las logias Blasco Ibáñez (Valencia) y Constante Alona (Alicante) fueron las primeras en unirse a esta federación fuera de territorio francés. En su momento esto supuso un verdadero hito histórico, al evidenciar que la federación de la masonería adogmática más importante del mundo tomaba carácter internacional.
Ello sucedió en 2001, y pronto surgieron las demás logias a partir de estas dos. Desde entonces las logias españolas han sido referentes dentro de la federación en la defensa de los valores humanistas que propugna el Gran Oriente y en los últimos tiempos también en la implementación de estrategias de comunicación digital. También cabe destacar que todas las logias (a excepción de las dos mencionadas) han sido creadas desde cero como parte del GODF.
Unión Sincera del Cierzo
Paradojicamente, a dia de hoy nuestro triángulo es la agrupación masónica regular adogmática más numerosa de Aragón, y la única que (todavía) no se autodenomina «Logia». Por ello, cuando llegue el momento de encender nuestras luces seremos la Logia regular más numerosa de la región, estando formada por un grupo humano cohesionado y estable, donde el buen ambiente y la fraternidad son señas de identidad.
«Unión Sincera del Cierzo» es el título distintivo (nombre) que hemos escogido para nuestra logia.
Este nombre no es fútil, pues se trata de una declaración de intenciones implicita.
En primer lugar, un dato histórico: en su momento explicamos que la primera logia documentada en Aragón fue la Logia «de San Juan de la Union Sincera», formada en 1813 y adherida al Gran Oriente de Francia. De ella formaron parte militares napoleónicos y también civiles como un sastre, un músico, un ayudante de ambulancia, un ventero y hasta un cafetero.
Aunque fue una logia muy breve, durante su corta actividad en Zaragoza tuvo el ánimo de promover los valores masónicos entre los franceses y los zaragozanos «animados del deseo de trabajar regularmente por la gloria de la masoneria y el bien general de la humanidad» como consta en su acta fundacional.
Por otro, el Cierzo es el viento característico del valle del Ebro. Procede del norte y sopla con fuerza durante gran parte del año. Por su persistencia y energía este viento es una seña de identidad en la zona de Zaragoza y un símbolo del perseverante carácter aragonés. También, en el plano simbólico y cosmogónico, el viento/aire tiene muchos significados y connotaciones.
En definitiva: este nombre aúna simbolismo, particularidad geográfica y cierto vinculo histórico con el GODF. Todo ello evocando el ánimo de universalización de los valores emancipadores de Libertad, Igualdad y Fraternidad como la logia de la más importante federación regular de logias adogmáticas.
Gran Oriente a ambos lados de los Pirineos
La situación geográfica de Zaragoza hace que la logia «Unión Sincera del Cierzo» sea el enlace natural en el lado sur de los pirineos con las logias de la parte francesa. No en vano, varios de los maestros que forman parte de la logia proceden de Pau y Tarbes, y llevan varios años trabajando activamente en Cierzo junto a los miembros zaragozanos.
Como decimos, el factor diferenciador más importante de la logia «Unión Sincera del Cierzo»
es, sin duda, la pertenencia al GODF. No nos extenderemos en enumerar lo que ya hemos explicado anteriormente, simplemente resaltaremos de un lado el hecho de tratarse de una estructura
bicentenaria de contrastada solidez y de otro lado el rigor y el acervo en lo ritual y la transmisión
iniciática. Ello facilita enormemente la práctica de una masonería seria y rigurosa: sin extravagancias rituales, personalismos, arbitrariedades administrativas ni otras prácticas dudosas.
Esta tranquilidad nos permite centrarnos en la mejora personal y social a través de la puesta en comun en debates y trabajos simbolicos de gran calidad.