• Plaza Europa Zaragoza

    El simbolismo masónico en la Plaza de Europa de Zaragoza

    La Plaza de Europa en Zaragoza es uno de los lugares que reúne más símbolos relacionados con la masonería en Aragón. Aquí los explicamos.

    Cuenta la leyenda que los tentáculos de la masonería lo abarcan todo. Los nombres de grandes políticos, personajes ilustres e incluso monarcas, suenan entre los miembros de nuestras logias, se nos acusa de dominar la política de los estados a nuestro antojo y de ostentar las más altas posiciones en los lobbies de poder en la sombra. En Estados Unidos, país fundado por Francmasones, – esta vez ya, sin lugar a dudas y alejándonos de todas las leyendas urbanas sobre la Francmasonería – podemos reconocer muchos símbolos que se ubican desde en los billetes de sus dólares hasta en los monumentos que representan a la nación en su capital, Washington D.C. 

    La masonería utiliza los símbolos, entre otras cosas, tanto para que sus miembros podamos identificarnos como para estudiar su significado metafórico y aplicarlo a nuestro desarrollo personal «pulir la piedra bruta» como le llamamos. En otros países donde la llegada de las nuevas democracias no fue tan tardía como en España es normal incluso ver el mítico símbolo de la escuadra y el compás en la cabecera de las puertas de las sedes de las diferentes Logias y Federaciones. 

    Sin embargo, en nuestro país es algo muy infrecuente. La represión durante la dictadura franquista hacia nuestra sociedad y el extenso poder del catolicismo, cuya doctrina se puede decir que en muchos dogmas es prácticamente antagónica a la que pretende suscitar la masonería, puede que hayan sido los culpables de que la parafernalia masónica sea un tema tabú en nuestro territorio. 

    Aun así, los ojos bien entrenados aún es posible que descubran en nuestra modesta capital del Ebro monumentos y obras civiles que de manera muy oculta muestran algunos de esos símbolos tan escondidos. Tal vez para no ser victimas del señalamiento social y de la persecución o quizá como una manera de demostrar su presencia unicamente a correligionarios entendidos en lugares donde no se esperaba que pudieran estar.

  • A propósito de la COVID-19

    Las personas que formamos el Triangulo Cierzo queremos expresar nuestras preocupaciones ante la grave situación de emergencia sanitaria que está viviendo en estos momentos, no solo España, sino el mundo entero a raíz de la pandemia del COVID-19.

    Somos conscientes de que un evento de esta magnitud es desconocido para las generaciones más jóvenes de la población occidental. Se pide de nosotros, como sociedad, un gran esfuerzo en pro del futuro y estamos seguros de que lo daremos.

    Estaremos a la altura, desde luego, pero no sin preguntarnos cómo lograremos mantener la restricción de libertades sin que, en el seno de esta, nazcan extremismos o fundamentalismos, sin que el oportunismo o la desesperación nos conduzcan de nuevo a la barbarie.

  • Notre Dame Devastada

    El Gran Oriente de Francia desea expresar su inmensa tristeza ante el incendio que ha asolado Notre Dame. Es una prueba para los cristianos, una gran desgracia para toda la humanidad.

    notre dame llamas

    Nuestra Señora está tan estrechamente relacionada con nuestra historia, que toda la nación se ha reunido junto a ella con frecuencia en todos los grandes eventos por los que ha pasado, y así se ha convertido en un símbolo nacional. Víctor Hugo levantó a su alrededor una catedral de poesía y hoy, el que creyó en el cielo y el que no, comparte la misma emoción y se encuentra en el mismo recuerdo, que es universal.

    En París a 16 de abril de 2019.

  • Sobre el Aquarius

    El Gran Oriente de Francia afirma su indignación y su más firme condena del rechazo de los gobiernos italiano y maltés, despreciando el derecho internacional y sobre todo la más elemental humanidad, a acoger al Aquarius, barco que ha recibido a más de 600 emigrantes en peligro.

    Del mismo modo, el Gran Oriente de Francia condena el silencio y la inacción de la mayoría de países europeos, Francia entre ellos, ante una urgencia humanitaria que no presupone nada en cuanto al futuro estatus concedido a estas personas.

    Ayer como hoy y fiel a sus principios y a los valores humanistas, el Gran Oriente de Francia recuerda que la dignidad humana no es negociable.

    Apelamos al despertar ético de Europa y a una colaboración que permita una respuesta global, compartida y estructural a la cuestión de los hombres, mujeres y niños que huyen de sus países de origen.